martes, 26 de enero de 2016

Pacto de gobierno de izquierdas a consulta



Las necesidades de la ciudadanía y de las clases trabajadoras de España, pasan más que nunca por frenar las políticas que han generado desigualdades, pobreza, precariedad social, laboral y democrática y han normalizado la corrupción como identidad institucional del País. Todas esa políticas tienen su origen en el capitalismo abusivo para el que legisla el Gobierno de Mariano Rajoy, el gobierno del PP.

Mas allá de tacticismos partidarios o egos personales, es preciso reconocer que para superar los problemas a los que nos ha llevado la crisis y la acción política desarrollada durante su gestión, es preciso adoptar decisiones que pongan punto y final a las medidas reaccionarias aplicadas y esas decisiones, solo pasan por el diálogo y el acuerdo entre la izquierda, pese a quien pese.

Desde el mismo instante de conocerse los resultados del 20D muchos “locutores” presuntamente cualificados saltaron a la arena de la opinión, del comentario y del chascarrillo. Opinión, comentario y chascarrillo que han sufrido hasta hoy una amplia gama de matices, puntualizaciones y hasta argumentos “Grouchianos” incluidos el “… si no le gusta este argumento, tengo otros”

Todo ello pone de manifiesto por una parte, la bisoñez o mala leche, de quienes no quieren ver que la ciudadanía ha dictado el veredicto del diálogo, del acuerdo y del pacto para un gobierno diferente al que nos ha brindado el PP y su austericidio público para enriquecer mas al rico. Y por otra parte, da la impresión de que dentro del PSOE, único partido de la izquierda con posibilidad, experiencia y capacidad de gobierno, hay algún grupo de la llamada nobleza socialista -la “baronía”- que más allá de ser la solución a los problemas de las clases trabajadoras y del conjunto de la sociedad, les preocupa tener una posición dominante y de fuerza dentro del PSOE.

Un claro ejemplo de anteponer la posición de dominio o fuerza dentro del PSOE se muestra en Andalucía, desde donde se vierten continuas manifestaciones como: “ los españoles nos han puesto en la oposición” “hemos obtenido los peores resultado de la historia” “el secretario general en este partido se tiene que someter a lo que diga el Comité Federal” “no se va a gobernar a cualquier precio” “no va a perder el PSOE su identidad por gobernar” … y todo ello, sin que aún se haya producido acercamientos para el diálogo y mucho menos negociación con otras fuerzas políticas.

A uno se le viene a la mente el recuerdo de las elecciones andaluzas del 25M de 2012, en las que el partido más votado fue el PP (47.000 votos más que el PSOE) y no fue un impedimento para que desde el diálogo, el acuerdo y el pacto, en definitiva desde la democracia, el PSOE gobernara en coalición con IU y Susana Díaz fuera investida por primera vez como Presidenta de la Junta de  Andalucía.

Estos son los hechos y las circunstancias y ante tales hechos y circunstancias, el Secretario General Pedro Sánchez y el Comité Federal del PSOE, tienen el deber de someter a la consideración de la militancia socialista el presunto acuerdo de gobierno que pacte con otras formaciones políticas.


viernes, 22 de enero de 2016

NUEVA POLÍTICA PARA NUEVOS TIEMPOS

Nuevas políticas para nuevos tiempos.

Por primera vez desde el 20D, el PSOE y Pedro Sánchez controlan la gobernanza de los tiempos. Una somera mirada sobre las múltiples versiones presentadas por los nuevos partidos y alguna baronia socialista, pone de manifiesto que quien lo tiene claro es el PSOE, el del Sc. General elegido por sufragio universal de la militancia socialista, a quienes se debe, lo que le genera fortaleza y liderazgo, aunque contestable y cuasi coherente.

Lo objetivo en esta somera mirada nos dice que el tiempo político lo controla Pedro Sanchez,  a pesar de las críticas de la caverna y la más que reprobable crítica interna. Solo baste observar cómo las líneas rojas iniciales anunciadas se difuminan en la dirección de la voluntad social mayoritaria y como el Presidente del Gobierno en funciones, renuncia a su investidura en primera instancia.

La maniobra estratégica que ha presentado PODEMOS hoy, solo difiere del "postureo" de cierta baronía socialista en que va en la dirección de reconocer la voluntad de cambio de los/as españoles/as. Lo que puede llevar a pensar que el "postureo" interno en el PSOE tiene más de interés particular que general.

A ver si va a tener que ocurrir algún funeral de Estado, para enterrar definitivamente cierta cultura de la arrogancia interna del PSOE.

Ahora lo que toca es tener capacidad para instalar en el gobierno de España la cultura del cambio  que las españolas y los españoles hemos decidido con nuestro voto y esa capacidad afortunadamente, está en estos momentos en manos del PSOE mientras que la patata caliente la tiene la derecha en su tejado. Por ejemplo, ¿cuál sería la posición del PP y de la nueva derecha, si un nuevo gobierno en el marco constitucional actual convoca un referéndum legal que consulte sobre la reforma constitucional necesaria? ¿Bloquearía el PP la reforma constitucional si los españoles así lo considera?  ¡No la defraudemos!