miércoles, 26 de diciembre de 2012

BAJO EL DISEÑO ANTISINDICAL

El largo año vivido bajo el terror del gobierno más ultraliberal y de derechas de la democracia concluye, ¡POR FIN!

Un año sustentado fundamentalmente en la mentira de la acción política desarrollada, que en nada  se ha parecido a la oferta electoral con la que el PP se hace con el poder absoluto en España. Un poder legítimo, que sin embargo se ve ilegitimado por la propia acción política y por la interpretación de facto del Gobierno, que considera la legitimidad democrática como patente de corso para la impunidad, la intolerancia y el totalitarismo político que impregnan los 29 RDLs con los que el Gobierno del PP gobierna el destino de los más de 40 millones de españoles y españolas.

Un largo año de desgobierno, de fracasos en las políticas aplicadas para superar la crisis. Un año de retrocesos en libertades y en derechos en un contexto de permanente involución democrática. Un año de ofensiva contra el Estado del Bienestar y contra los servicios esenciales para la comunidad.

Un año para conseguir hacer de España uno de los Estados más vulnerable de la UE. Un año para erradicar a las clases trabajadoras la tutela jurídica efectiva.

Un año para desectructurar el tejido democrático de participación de la ciudadanía, para someter y hacer añicos el derecho laboral y las relaciones laborales, pretendiendo desde los poderes mediáticos de la derecha desacreditar y minar la fortaleza del sindicalismo de clase y con ello, la capacidad de organizarse las clases trabajadoras para defender sus derechos e intereses.

En definitiva, un año en el que han cambiado el modo de convivencia y el orden de las preocupaciones de la ciudadanía y para desmantelar la cadena de derechos que les protegen en un Estado Social y de Derechos como era España.

En solo un año, nos han imbuido hacia una etapa de la historia convulsa social y económicamente, arrastrada por los intereses neoliberales al servicio del poder económico y financiero, que aprovechando la crisis económica está consiguiendo imponer un modelo alejado del sistema del bienestar social, desahuciando principios básicos del derecho laboral que hasta ahora las organizaciones sindicales habíamos conseguido a través de la negociación colectiva principalmente.

Es aquí donde se sitúa el propósito estratégico último del Gobierno del PP, “acabar con la capacidad organizativa de las clases trabajadoras acabando con las organizaciones obreras de clase”, a las que históricamente la derecha española han perseguido, prohibido e ilegalizado para evitar que el mundo del trabajo pueda contrarrestar las políticas belicosas contra sus derechos e intereses mediante su organización. En este sentido, este largo año de desgobierno se ha caracterizado por una interminable oleada de ataques desde la derecha financiera, económica, política, mediática y eclesiástica al sindicalismo de clases. Un ataque sin precedentes en la historia de España desde los tiempos de la “dictadura Franquista” y que de no contrarrestar, pueden ser más devastadores para las clase obreras que la propia “dictatura del Caudillo Franco”.

Sin temor a incurrir en opiniones que puedan herir la sensibilidad de algunas personas, me atrevo a aseverar que en estos momentos el contenido sociopolítico de la historia de España ejerce una enorme influencia sobre la conciencia colectiva social, una influencia de incalculables consecuencias para el devenir del futuro de los sindicatos de clase, sustentada en la legitimidad que propicia la democracia a la libertad de prensa, de expresión y opinión, más allá de la veracidad de las mismas a la hora de orquestar múltiples y virulentas campañas de desprestigio continuado en contra de las grandes Confederaciones Sindicales de España, a las que la derecha temen por erigirse en el último bastión de la izquierda social.

Así como el fascismo “Franquista”, amén del coste humano que supuso, llevó a los sindicatos a la clandestinidad, a la persecución y represión de sus militantes y dirigentes, también generó amplia simpatía y solidaridad hacia las clases trabajadoras y populares creándose una importante red social de apoyos, colaboraciones y de difusión ideológica que hizo reaparecer la actividad sindical con fortaleza y esperanza. Sin embargo, la realidad sociopolítica actual está minando el crédito y la sensación de necesidad del sindicalismo generando la ambigua conciencia social de que las Organizaciones Obreras son prescindibles para el desarrollo socioeconómico y la defensa de los derechos e intereses de las personas más vulnerables.


sábado, 1 de diciembre de 2012

La medicina neoliberal es nocivas para la salud económica y social.


Las medidas y reformas adoptadas por el gobierno del PP han producido un agravamiento de la economía, el aumento del desempleo (algo que va a ir a peor según a previsión de distintos organismos internacionales), el empobrecimiento de las clases populares y el deterioros social y democrático del Estado.

En este escenario y en las proyecciones futuras, e secretario General de la Organización para la Cooperación y el desarrollo (OCDE) entiende y recomienda medidas mayores y más contundentes en la misma dirección de las adoptadas. Una propuesta errónea y completamente nocivas para la economía porque insisten en profundizar en las políticas fracasadas que están llevando a nuestro país a la ruina económica y social y generando mucho sufrimiento y desasosiego a la ciudadanía.

Hay que partir de hecho de que la OCDE es una Institución democráticamente ilegitimada para hacer propuestas y adoptar resoluciones que obliguen a los países, no representativa del interés general al no ser elegidos sus miembros por sufragio. Está al servicio de quienes les pagan (que como todo en la UE) son los poderes financieros y económicos) y pactan los dictámenes y propuestas con los gobiernos de turno. Se reparten los papeles y en este caso ha correspondido al gobierno de España en la persona del ministro de Guindos, subrogarse el papel de gobierno rebelde para decir que España no tiene en su agenda abaratar el despido, reformar las pensiones, endurecer las condiciones para cobrar las prestaciones por desempleo, o subir el IVA. O sea, las próximas medidas y reformas que adoptará el Consejo de Gobierno, pero eso sí, no serán deseadas y lo serán por imperativo de la UE.

Que no nos confundan. Estamos ante una maniobra global en la que España aporta conniventemente el desmantelamiento del Estado y de la cadena de derechos que protege a la ciudadanía, a pesar de que la OCDE en el mismo informe y al mismo tiempo incurre y certifica las contradicciones de las medicinas neoliberales que desde hace años recorta salvajemente el sector público. Un mismo informe que afirma que el ambicioso plan de consolidación presupuestaria del gobierno es apropiado para devolver la confianza, pero al mismo tiempo reconoce que no da resultados ni cumplirán con los compromisos del déficit, por lo que desaconseja tomar medidas complementarias, aunque el S. Gral de la OCDE en su comparecencia con de Guindo hiciera referencia a algunas recomendaciones.

Frente a estas medidas de sacrificio, sufrimiento e insensibilidad ante los problemas de la sociedad, es preciso una actitud y unas políticas diferentes que cambien el rumbo de las cosas y cuyo eje central sean el empleo, la igualdad y la justicia social; y modificar el actual proyecto de Presupuestos para 2013 que ns llevará a una regresión social aún más profunda y a agravar la recesión económica con una caída que triplica la prevista por el gobierno que alzará la deuda hasta el 97,6% del PIB en 2014.