jueves, 11 de agosto de 2016

TODOS CONTRA EL PSOE

Todos contra el PSOE

La lamentable actualidad política de España orientada hacia “TODOS CONTRA EL PSOE” pone de manifiesto el escaso calado moral de la caverna mediática, -en el pasado conocida como el sindicato del crimen- de la liberal y alguna que en su día fue considerada progresista al orientar la responsabilidad sobre el PSOE de que haya o no, unas terceras elecciones. Como si la democracia quedara limitada al acto de las votaciones a candidaturas cada cuatro años y no a la capacidad de conformar mayorías parlamentarias, la única acción que da legitimidad a la conformación de un gobierno y por tanto a la voluntad del pueblo.

Cuando toda esta caverna mediática a la que suman apoyos los liberales del propio PSOE, ¡a saber bajo qué intereses! apuesta como única fórmula de gobernabilidad y de estabilidad de España la formación de un gobierno del PP y de Mariano Rajoy, lo que hace es validar la corrupción como instrumento de gobierno y de representatividad social e institucional en el exterior y muy poco tiene que ver con la responsabilidad de estado y de estabilidad política. Ya Rajoy ha sido el Presidente con mayor apoyo parlamentario desde la legislatura de 1982, los mismos apoyos que ha utilizado para dar estabilidad y consolidar exclusivamente la corrupción, institucionalizada en todo su mandato y que tanto sufrimiento ha ocasionado a las clases trabajadoras, a los derechos sociales y civiles y a las libertades y garantías democráticas.

También la misma lamentable actualidad política de España, deja al descubierto la camaleónica piel política de Rivera quien parece disponer de una mochila cargada de argumentos, para que cuando unos no gustan, tener otros aunque sean extremadamente contradictorios los unos con los otros.

Este camaleón político hace escasamente seis meses, firmaba un Acuerdo de Gobierno con el PSOE. Acuerdo, cuya estructura nuclear se centraba en siete grandes áreas de trabajo:

Impulsar un nuevo modelo de crecimiento inclusivo, medioambientalmente sostenible y basado en la productividad, la estabilidad presupuestaria y un sistema fiscal justo.
Un Plan de empleo estable y de calidad.
Un pacto Social y Político por la educación.
Reducción de las desigualdades sociales.
Impulsar reformas democráticas para reforzar derechos y libertades y luchar contra la corrupción.
Potenciar el papel de España en la UE y el exterior.
Una reforma constitucional que garanticen los derechos sociales y complete el funcionamiento federal de la organización territorial del Estado.

Las casi quinientas medidas que contenían el acuerdo aunque mejorables, tenían un impacto económico, social y político que mejoraba las condiciones de vida de la ciudadanía en general. Sin embargo, las seis exigencias que el camaleón Rivera plantea a Rajoy para apoyarlo en la investidura carecen de fondo político, social y económico alguno, no incide sobre la calidad de vida de los españoles ni de la salud democrática de sus instituciones y, se queda en lo superficial de titular de prensa o las descualificadas opiniones de determinados personajes, que consideran este hecho como “el primer gesto de responsabilidad política desde las elecciones”; cuando en realidad las seis exigencias de Rivera encierran claras contradicciones y falsedades propias de la acción política de quienes quiere que sean sus coaligados.

A saber:

La comisión de investigación que propone Rivera para investigar el caso “Barcenas” que es, “el caso del PP”, puede ponerse en marcha sin los votos del PP, basta con que lo solicite en el Congreso de los Diputados y se vote. -una exigencia falsa-
La modificación de aforamientos precisa de una reforma constitucional que no depende solo de los votos del PP. -otra falsedad-
La cuadratura del círculo del cinismo y de la contradicción se produce en la exigencia de que los políticos imputados deban abandonar sus puestos, cuando todo el PP como institución política está imputado. -es la manera de entender Rivera la lucha contra la corrupción, incorporándose a ella-

Y mientras tanto, Rajoy se va de puente.