Las
medidas y reformas adoptadas por el gobierno del PP han producido un
agravamiento de la economía, el aumento del desempleo (algo que va a
ir a peor según a previsión de distintos organismos
internacionales), el empobrecimiento de las clases populares y el
deterioros social y democrático del Estado.
En
este escenario y en las proyecciones futuras, e secretario General de
la Organización para la Cooperación y el desarrollo (OCDE) entiende
y recomienda medidas mayores y más contundentes en la misma
dirección de las adoptadas. Una propuesta errónea y completamente
nocivas para la economía porque insisten en profundizar en las
políticas fracasadas que están llevando a nuestro país a la ruina
económica y social y generando mucho sufrimiento y desasosiego a la
ciudadanía.
Hay
que partir de hecho de que la OCDE es una Institución
democráticamente ilegitimada para hacer propuestas y adoptar
resoluciones que obliguen a los países, no representativa del
interés general al no ser elegidos sus miembros por sufragio. Está
al servicio de quienes les pagan (que como todo en la UE) son los
poderes financieros y económicos) y pactan los dictámenes y
propuestas con los gobiernos de turno. Se reparten los papeles y en
este caso ha correspondido al gobierno de España en la persona del
ministro de Guindos, subrogarse el papel de gobierno rebelde para
decir que España no tiene en su agenda abaratar el despido, reformar
las pensiones, endurecer las condiciones para cobrar las prestaciones
por desempleo, o subir el IVA. O sea, las próximas medidas y
reformas que adoptará el Consejo de Gobierno, pero eso sí, no serán
deseadas y lo serán por imperativo de la UE.
Que
no nos confundan. Estamos ante una maniobra global en la que
España aporta conniventemente el desmantelamiento del Estado y de la
cadena de derechos que protege a la ciudadanía, a
pesar de que la OCDE en el mismo informe y al mismo tiempo incurre y
certifica las contradicciones de las medicinas neoliberales que desde
hace años recorta salvajemente el sector público. Un mismo informe
que afirma que el ambicioso plan de consolidación presupuestaria del
gobierno es apropiado para devolver la confianza, pero al mismo
tiempo reconoce que no da resultados ni cumplirán con los
compromisos del déficit, por lo que desaconseja tomar medidas
complementarias, aunque el S. Gral de la OCDE en su comparecencia con
de Guindo hiciera referencia a algunas recomendaciones.
Frente
a estas medidas de sacrificio, sufrimiento e insensibilidad ante los
problemas de la sociedad, es preciso una actitud y unas políticas
diferentes que cambien el rumbo de las cosas y cuyo eje central sean
el empleo, la igualdad y la justicia social; y modificar el actual
proyecto de Presupuestos para 2013 que ns llevará a una regresión
social aún más profunda y a agravar la recesión económica con una
caída que triplica la prevista por el gobierno que alzará la deuda
hasta el 97,6% del PIB en 2014.
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