Tras los atentados yihadistas de París del reciente noviembre, ha despertado nuevamente la preocupación y las prisas de Europa por dar una respuesta inmediata a dicha barbarie terrorista, hasta el punto que de inmediato se desató una oleada de bombardeos aéreos y de contactos bilaterales para una gran coalición por parte de Francia tras declarar que se encontraban en un estado de guerra contra el Yihad musulmán. Hasta ahí todo puede parecer con cierta coherencia, más allá de los matices que cada cual quiera aportar a esta realidad, pero lo que llama la atención, al menos a mí me lo parece, es que el pasado día dos de diciembre en el debate de la Cámara de los Comunes en Londres en torno a la idoneidad, o no, de que la Royal Aire Force participara en los bombardeos sobre posiciones del llamado Estado Islámico (ISIS) en Siria, no es que el acalorado debate concluyera a altas horas de la noche, que 70 diputados laboristas votarán con los conservadores, ni tan siquiera que el Primer Ministro, David Cámeron, acusara de "terroristas yihadistas" a quienes no votaran a favor de los bombardeos, sino que pocas horas después la Royal Aire Force estuviera bombardeando Siria.
¿Qué interés mueve a Cámeron para actuar con tanta precipitación. Es exclusivamente la decidida guerra global contra el terrorismo global y asesino de ISIS?
A estas interrogantes encontramos respuestas coincidentes de diversos expertos y conocedores de la politica internacional y de exterior. Concretamente Javier Solana, quien fuera secretario general de la OTAN afirma: "Las decisiones que se están tomando obedecen a cambios que están decididos. El terrorismo yihadista es la perfecta justificación para ejecutarlos"
Ante estas palabras y acontecimientos, yo que no soy experto en la materia voy a atreverme a componer mi propia opinión igual que otros tantos que tampoco lo son, pero ocupan puestos de relevancia e influencia en parlamentos y gobiernos, en medios de comunicación y de opinión masiva u ostentan influencias económicas en industrias armamentísticas y financieras de Occidente.
Comencemos por definir e identificar al enemigo. ¿Qué es ISIS?
Según Michel Chossudovky, economista canadiense y director del Centro de Investigación sobre la Globalización en Montreal, los Estados Unidos apoyó a Al Qaeda durante 50 años, la CÍA creo campos de entrenamientos en Pakistán entre 1982 y 1992 con 35.000 yihadistas para luchar en el Yihad afgano contra la antigua URSS. Desde la época del presidente Reagan, los EEUU han apoyado y financiado la red terrorista islámica a quienes llamaban "luchadores por la libertad". Incluso desde la escuela, publicándoles los libros de textos en la Universidad de Nebrasca.
Osama bin Laden fue reclutado en el 79 y entrenado militarmente por la CÍA. Hasta aquí lo irrefutable, lo que centenares de veces se ha hecho público en los medios de comunicación de Occidente sin que haya podido ser desmentido.
Ahora y según Chossudovky, veamos lo que no quieren que se sepa.
ISIS era una entidad afiliada a Al Qaeda creada por la CÍA con el apoyo del M16 británico, el Mossad israelí y los servicios secretos de Arabia Saudí y Paquistán, sus brigadas han participado bajo mando de EEUU y la OTAN en las insurgencias contra Bashar al Assad propiciando con ello un ejército de casi 30.000 mercenarios contratados para ISIS y Al Musrah por la OTAN y Turquía en marzo de 2011, hoy ocupan 56.000 km2 de superficie entre Siria e Irak, tienen ascendencia sobre una población de 6 millones de personas y han declarado un Califato que plantean extender a Jordania, Israel, Líbano y Turquía. Está formada por numerosas cepas tácticas, operativas y estratégicas liderada por un mando experto para diseñar campañas militares.
Otros datos que aporta Chossudovky en sus trabajos, vienen a confirmar que en la actualidad muchos de los criminales reclutados por ISIS son presidiarios condenados y liberados de cárceles de Arabia Saudí, que hay miembros de las fuerzas especiales de Occidente dentro de ISIS y que las decapitaciones realizadas por los terroristas forman parte de los programas de entrenamientos patrocinados por la CÍA en campos de Arabia Saudí Y Qatar, entre otros muchos que resultaría muy largo de enumerar. Pero si merece la pena compartir afirmaciones de Chossudovky como, que la misma milicia yihadistas que está siendo bombardeadas por l a OTAN bajo el mandato de lucha contra el terrorismo, continúan siendo apoyadas por Occidente a la par de dirigir otros bombardeos hacia infraestructuras económicas de Irak y Siria....
El Califato deseado por ISIS forma parte de la agenda de política exterior de EEUU que pretende dividir Siria e Irak en territorios separados en un Califato islamista sunista (ISISI), una República Árabe Chiita y una República Kurda, las tres tribus que comparten y disputan territorio.
Para Solana, la guerra global contra el terrorismo se presenta como un choque de civilizaciones, una guerra entre los valores de Occidente y las religiones cuando en realidad es inexistente. Es una guerra de objetivos estratégicos, económicos e imperialistas de conquista.
Este proceder de Occidente en su estrategia imperialista colonialista, ha posibilitado el despliegue de ISIS en Mali, Níger, Nijeria, Somalia, República Centroafricana y Yemén llevando en cada uno de los países el caos y el terror para justificar la actual intervención militar siguiendo el guión estratégico dispuesto con el fin de crear una atmósfera de miedo e intimidación, que lleva a una anulación de las libertades civiles, favorecer el estado policial que está imponiéndose en las democracias occidentales mediante pactos antiterroristas y contribuir a la demonización de los musulmanes, quienes a ojos de la opinión pública se asocian cada vez más con los yihadistas, sentando las bases para un choque de religiones y civilizaciones.
Quienes se atreven a cuestionar la validez de la guerra global contra el terrorismo son calificados como terroristas, tal como hizo Cámeron -fiel seguidor de la estrategia- en la Cámara Británica.
Estamos pues ante la imposición de un consenso-pacto entusiasta en el que se rifan las papeletas para formar parte de él, véase el caso del Pacto antiyihadista firmado por la mayoría de los partidos políticos de España, que describe a ISIS como una entidad nacida de la nada e independiente que amenaza los valores pacíficos y democráticos del mundo occidental y que no reconoce la procedencia de su financiación, en realidad lo único que hace es solidarizar la hostilidad contra el musulmán sin proponer ni una sola solución concreta respecto a la realidad geopolítica de Oriente Próximo, además de meternos con toda probabilidad, en una guerra cruenta contra el auto proclamado estado islámico después del 20D.
Los territorios donde radica actualmente ISIS, son territorios que no definen una patria o país y por lo tanto no otorga a ISIS la posibilidad de ser una Nación ni disponer de una estructura de Estado. Sin embargo, esos mismos territorios poseen o poseían sus estructuras de poder político y de gobierno, legislativo y jurídico, con los matices que cada cual quiera realizar, pero son, eran, antes de las invasiones occidentales, estados soberanos. Actuar en Siria, bien sea bombardeando por aire o haciendo la guerra desde tierra, lo único que se va a conseguir es la ruptura definitiva de la nimia estructura de estado que perdura como ha ocurrido con Irak y Afganistán, lo que conllevaría a un conflicto tribal aún mayor y más radicalizado por la falta de una autoridad reconocida. No hay que menospreciar el hecho de que el mapa geofísico de esa parte del mundo se ha construido desde continuas promesas incumplidas por Occidente.
Por tanto, el pacto antiyihadista de España y las medidas coordinadas o no del mundo occidental contra ISIS, si no se plantean desde una gran coalición auspiciada por la ONU que garantice:
- El fin de la financiación a los asesinos de ISIS. Y para ello, algunos de los países que forman parte de la coalición de Occidente deben asumir que debe ser una certeza (Turquía, Arabia Saudí, Qatar, ...). Si no se está en esa certeza absoluta, hay que adoptar medidas contra aquellos que propicien por acción u omisión el financiamiento yihadistas.
- Consolidar las instituciones de los Estados aprovechando las actuales estructuras política de gobierno aún existente en los países, negociando con ellos planes bilaterales en materia de desarrollo y planificando la transición hacia la democracia, no pretendiendo imponer modelos más allá de la concordia y el respeto a los derechos humanos.
- Poner a trabajar con una estrategia coordinada a la Inteligencia y los cuerpos y fuerzas de seguridad de Occidente para tener realizado el dibujo exacto de la organización geográfica, política y militar de ISIS, para en caso de tener que actuar militarmente hacerlo de forma selectiva. Esta estrategia debe pasar por el reconocimiento, seguimiento y tutela de cada movimiento de todas aquellas personas nacidas o residentes en Occidente y que entran y salen con facilidad de Siria y otros países bajo el terror de ISIS, para que estén identificados sus pasos y propósitos.
- Incorporar dentro de una amplia Alianza de Civilizaciones para la concordia, el respeto mutuo a las creencias e intercambios culturales e idéntitarios de cada parte de mundo.
Solo así tendremos un mundo más seguro, libre y fraternal.
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