lunes, 14 de noviembre de 2011

LA MAYOR CRISIS ECONÓMICA TRAS LA 2º GUERRA MUNDIAL

Estamos ante la mayor crisis económica desde la 2ª Guerra Mundial, con estas palabras la Canciller alemana Ángela Merkel se dirige a su partido. Parece paradójico ese reconocimiento cuando las medidas económicas, políticas y de ajustes que se han ido adoptando en toda Europa son las impuestas por el nuevo Imperio Alemán, que ha ido invadiendo voluntades políticas en todos los Estados de la UE con el inestimable apoyo de Francia y en nombre de la tranquilidad del nuevo Dios. “Los mercados”

En aquel tiempo tras la última gran Guerra, Europa elaboró un programa compuesto por un conjunto de principios y valores sobre el cual debía crearse la nueva democracia.

Fue entonces cuando la política crea la Seguridad Social para garantizar a la ciudadanía los medios necesarios para la subsistencia en los casos en que no pudiera propiciarse a través del trabajo. Crea la jubilación que permitiera vivir dignamente a los ancianos. Se apela a la posibilidad de una educación desarrollada a niños y niñas. Se nacionalizan los grandes bancos y las principales fuentes de energía, todo lo que tiene que ver con el desarrollo como sociedad y su fuerza productiva se pone en manos de los Estados.

La instauración de una verdadera democracia económica y social, donde el interés general primara sobre el interés particular, y el reparto justo de las riquezas creadas por el mundo del trabajo sobre el poder del dinero. En definitiva, la organización racional de la economía que subordina los intereses particulares al interés general.

A partir de las reformas aplicadas desde 2008 e impuestas por Merkel, estos principios y valores se hacen más necesarios que nunca, ya que son éstos precisamente los que están en riego en la actualidad.

O, restituimos la fuerza de la lucha de clase o, a la pérdida de los derechos actualmente consumados, tendremos que sumar la renuncia de los pilares esenciales del Estado del Bienestar y del Estado de Derecho ya en clara degradación democrática cuando se dictan gobiernos no elegidos por la ciudadanía en Grecia e Italia. Comienza a cundir el ejemplo de Bélgica que subsiste sin gobierno casi un año y medio poniendo en cuestión a la propia democracia. –La política no es necesaria. La participación democrática tampoco. La tecnocracia nos salvará-.

Palabra de Merkel.

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