viernes, 23 de noviembre de 2012

LA ENTELEQUIA DE LA IGUALDAD.

Tras años luchando en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres y después de la entrada en vigor de la Ley de Igualdad y contra la violencia de género; el maltrato físico, el asesinato, las vejaciones, el acoso laboral y sexual  de mujeres a mano de sus parejas o ex parejas y patronos, …  sigue siendo una lacra social inaceptable arraigada en la conciencia colectiva de la sociedad. Por lo que es indispensable un mayor compromiso de los poderes públicos, las administraciones e instituciones patronales, así como la sociedad en su conjunto para erradicar esta lacra que hunde sus profundas raíces en la desigualdad en la relación entre hombres y mujeres.

Una sociedad moderna, libre y democrática no puede permitirse el asesinato de 41 mujeres a mano de sus parejas o ex parejas. No puede permitirse el que se produzcan miles de denuncias por violencia de género en España (1466 en Huelva durante 2011) y centenares de denuncias de acoso laboral y/o sexual por parte de los patronos en las relaciones laborales.

Hablar de una sociedad moderna, igualitaria, libre y democrática en España comienza a ser una entelequia como consecuencia del galopante retroceso en derechos y libertades al que se somete a la ciudadanía por la imposición de las políticas de recortes, no sólo económicos, sino sociales, políticos, laborales y democráticos al que el gobierno del PP tiene sometido al pueblo, transformando el concepto de ciudadanía en el de vasallaje.

Cada vez más, los derechos sociales y civiles conquistados por la ciudadanía española convergen con los que poseen los pueblos donde las ciudadanas y ciudadanos son exclusivamente individuas o individuos, puros números en relación con los poderes económicos, políticos y empresariales.

La mujer, solo por el hecho de serlo se encuentra doblemente castigada, porque a las reformas y recortes generales hay que sumar las consecuencias que sobre ellas tienen la aplicación de las políticas gubernamentales, que ya precarizan las condiciones de vida y laboral de las personas e incrementa la desigualdad y la pobreza.

Unas políticas que no solo recortan considerablemente la inversión en materia de igualdad y de violencia de género respecto a 20111, sino que orienta un cambio ideológico hacia postulados ancestrales que imposibilitan la defensa de las mujeres víctimas de acoso y violencia laboral y/o de género. Indefensión laboral propiciada por la reforma laboral que genera miedo a la pérdida de empleo y abona el camino al patrono acosador, e indefensión jurídica que produce el “TASAZO” de Gallardón, inasequible a la mayoría de las familias que padecen una extraordinaria precariedad económica por la estafa a la que nos están sometiendo con la crisis.

La dependencia económica en la que se encuentran las mujeres víctimas de violencia de género y la consideración de las vejaciones hacia la mujer en el seno familiar como falta menor sancionable con multa, en lugar de ser consideradas delito, o la no exención en las tasas judiciales de los abusos  vinculados a las relaciones laborales, hacen de la mujer una víctima propicia e indefensa.

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