Rubalcaba parece tomar el pulso a la política con dos iniciativas imprescindibles y necesarias.
Una,
anunciar la convocatoria de una moción de censura al Presidente del
Gobierno “Mariano Rajoy” si éste no comparece a dar
explicaciones en la Cámara de Diputados/as ante las graves
acusaciones declaradas por Luis Bárcenas ante el juez Rus, y
mediante las cuales se pone bajo sospecha de corrupción al propio
Rajoy y a toda la cúpula del PP.
En
segundo lugar, el acuerdo con toda la oposición política, salvo
UPyD, para que la primera medida de un nuevo gobierno sea derogar la
Ley Wert tras su aprobación.
Sin
duda, ambas iniciativas encierran un profundo calado y convicción
democrática por pretender una, restituir la dignidad del Congreso de
los Diputados para que vuelva a ser la sede del debate político y de
la representación de la voluntad popular, la mayoritaria y la
minoritaria; no la sede de un acto administrativo para ratificar las
decisiones del Consejo de Ministros. Y la otra, restituir la
universalidad de la igualdad de oportunidades para todos y todas que
posibilitará la autonomía intelectual, cultural, del conocimiento y
la libertad individual y colectiva.
La
política de oposición en esta ocasión hace lo que debe y lo que
puede ante la realidad política de España, realidad de una super
mayoría absoluta convertida en absolutismo por el PP, pero que para
la ciudadanía no es suficiente porque España se encuentra
secuestrada por una “acción de gobierno” cuasi mafiosa
donde el principal partido político se encuentra bajo sospecha de
corrupción generalizada por financiación ilegal y el Gobierno
tiene a su Presidente y presidente del PP, Mariano Rajoy,
como el presunto “Gran Padrino” que orquesta y ordena la
presunta corrupción.
Ahora
es el tiempo de la sociedad civil, de la ciudadanía. No basta con
que se presente una moción de censura que se sabe perdida. No basta
con que Rajoy pueda dimitir y el PP nombre a otro/a Presidente/a
porque la supuesta corrupción está generalizada en todo el PP y su
cúpula.
La
primera de las corrupciones en nuestra democracia es la propia acción
de gobierno, una acción políticamente ilegitimada por
gobernar contra el contrato social y político con el que el PP gana
las elecciones generales y contra el pueblo, que debe suponer una
reacción masiva y contundente de la ciudadanía a través de sus
organizaciones y plataformas. La Cumbre Social de España, y
por ende en cada provincia y territorio, debe promover una amplia
protesta social saliendo a la calle el próximo día 20 de Noviembre
para solicitar la convocatoria de elecciones generales que restituya
la sustraída democracia que el gobierno del PP ha generado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario