martes, 24 de julio de 2012

LA GESTIÓN MUNICIPAL DEL PP LLEGA A LA EXTRAVAGANCIA.

El equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Aljaraque que lleva sin pagar las nóminas de sus 320 empleados/as públicos/as desde enero pasado, no tiene otra ocurrencia que obligar a los empleados/as a convertirse en cobradores de recibos, tasas e impuestos municipales para compensar la deuda que el Ayuntamiento tiene contraída con ellos, más de 2,3 millones de € por impagos de nóminas.

Un auténtico esperpento surrealista, sin precedente en cualquier modelo de gestión pública y que pone bien a las claras la inoperancia e incapacidad manifiesta de la gestión política del PP en Aljaraque.

 Esta decisión, de obligado cumplimiento en su ejecución si quieren cobrar los/as trabajadores/as, que deben realizar en el tiempo libre las/los empleadas/os municipales pone de manifiesto la catadura política, la ética personal y la estética colectiva de la derecha rancia y extrema que representa el PP onubense, y que habla claramente del concepto de servicio público de esta casta política forjada en la gomina, en la más estricta pedagogía del slogan y del verbo fácil.

Este extravagante ordeno y mando sigue profundizando en la precaria calificación, cualificación y concepto que el PP tiene del “trabajo” tan sumamente descalificado por la normativa laboral contenida en la reforma del Gobierno del PP.

“Buenas tardes, soy funcionario/a del Ayuntamiento de Aljaraque. ¿Tendría usted para pagarme el IBI, el impuesto de circulación, ...? Mire usted, es que llevo sin cobrar desde enero y la única forma posible que me ofrece el Ayuntamiento para poder cobrar mi nómina como cualquier trabajador/a es presionándole a usted para que me pague los impuestos, ...” Bien podría ser la carta de presentación de los/as empleados/as ante sus vecinos, paisanos y hasta familia. En definitiva, se trata de “o es usted, o soy yo porque necesito comer”.

En tiempos tan convulsos como los actuales cualquier justificación es una coarta perfecta para desarrollar el fondo ideológico, donde el chantaje, la extorsión y hasta el bloqueo económico está tan de moda para intervenir la acción de gobierno de las comunidades autónomas, el gobierno del PP del ayuntamiento aljaraqueño las utiliza para intervenir en la vida de sus empleados y empleadas, obligándolos a trabajar por encima de su ya reducida jornada laboral por el Plan de Ajuste y sin poder garantizar el canje de los recibos cobrados por deuda con los trabajadores, ya que, en el supuesto de que se produzca recaudación de impuestos y tributos municipales, estos deben ser asentados en la contabilidad municipal y por tanto en los ingresos del presupuesto. Y si tenemos en cuenta de que el Ayuntamiento soporta una deuda de casi 20 millones de euros, no está exento de que exista un embargo de Hacienda y/o Seguridad Social.

¡Ver para creer! Una vez más la extravagancia del PP llega al colmo de la sensatez y se ceba contra los trabajadores y trabajadoras, con sus derechos y los convierten en caza-recompensas para poder sobrevivir.

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