miércoles, 14 de agosto de 2013

"Perspectivas" del Socialismo moderno. (I)


Reflexiones sobre las perspectivas del socialismo moderno se vienen realizando desde la incipiente, en su época, segunda revolución industrial que sirve de germen de la sociedad del conocimiento, de las tecnologías y de la globalización de la economía y que sin lugar a duda, promovió unos importantes cambios programáticos en el pensamiento ideológico de la izquierda. En este sentido, la renuncia al marxismo en prácticamente toda la izquierda europea, el acuñamiento del término “socialismo democrático” como contrapunto al de “dictadura del proletariado” que pasa por la socialdemocracia para concluir en una tercera vía liberal-socialista, la perestroika o la caída del Bloque del Este son claros ejemplos de la evolución de la izquierda para adecuarse a los cambios pronosticados. Otra cosa es que los cambios fueran en la dirección adecuada, que solo desde la perspectiva temporal puede valorarse. Sin embargo, parece que poco se ha escrito sobre las consecuencias sociales, políticas y económicas de una sociedad que se sabía cambiante y ha derivado en una economía de libre mercado globalizada.

Adam Schaff : Las estaciones de la vida se manifiestan tanto en los individuos como en los movimientos sociales, éstos también envejecen y al hacerlo, surge un puente que une el pasado con el futuro, con una nueva forma de acción que permita salir de la tradición pétrea, que permiten hacer frente al nuevo reto de una sociedad cambiante. Es en estos casos cuando llega el momento de la reflexión sobre las “perspectivas” del movimiento, porque cuando las cosas se desarrollan con normalidad la “perspectiva” no requiere mayores análisis (en estos casos no es la estrategia la que se plantea en un primer plano, por obvia, sino la táctica que debe aplicarse para poner esa estrategia en práctica). Pues bien, en lo que concierne al movimiento obrero y a la izquierda en general, hay que decir que en estos momentos se encuentra en la etapa de reflexión de sus “perspectivas”. ¿Por qué?

Primero: estamos viviendo una revolución industrial y nos encontramos en el periodo de la transición hacia la sociedad de la informática que modificará probablemente su formación económica, social y política en el propio proceso de la transición.

Segundo: la transformación de la formación social probablemente consistirá en la extinción de las tradicionales clases de la sociedad burguesa -el proletariado y las clases de los capitalistas- y colocará al movimiento obrero ante la necesidad de una modificación radical de sus contenidos y formas.

Tercero: los partidos tradicionales de la clase obrera (en el sentido de que actúan en su nombre y se basan en la militancia de las masas obreras) -el comunista y el socialista- no estarán en condiciones de hacer frente a las tareas revolucionarias de nuestro tiempo sin someter a profundos cambios su propio carácter, sus programas y su forma de acción.

Teniendo en cuenta que esta obra fue escrita y presentada por su autor (Adam Schaff) en la segunda mitad del siglo pasado, por lo descrito en la misma, por el acierto en la previsión de hacia dónde se encaminaban los cambios, por el avance probablemente sin retorno de un mundo globalizado, nos queda la pesadumbre de comprobar cómo el movimiento obrero y la izquierda política han sido incapaces de modificar sus estructuras y acción política, sus contenidos y sus formas de actuar para afrontar los retos reales en una sociedad cambiante y especialmente, incapaces de interpretar las consecuencias sociales, políticas y económicas de una sociedad globalizada en una economía de libre mercado. Pesadumbre, que en España nos lleva a la constatación del desafecto social como consecuencia de una, cada vez más amplia opinión, de que las organizaciones sindicales y especialmente las políticas, tradicionalmente representativas de las clases trabajadoras han sometido sus cambios programáticos a los intereses del mercado, disfrazando sus diferencias con las organizaciones liberales y conservadoras en detalles de carácter social que en poco afecta al modelo económico.


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