El próximo viernes, el Consejo de Ministros de España pretende aprobar el proyecto de Ley para establecer el techo de gastos a las Comunidades Autónomas.
Una Ley que pretende vincular el gasto de las Comunidades Autónomas a los ingresos que perciban. Por tanto, una ley que resta solvencia a la autonomía de las comunidades y que además, quieren que quienes incumplan este compromiso puedan incurrir en responsabilidades penales más allá de las propias responsabilidades políticas.
Llama poderosamente la atención que el partido que sustenta al Gobierno de España, en Andalucía se salte a la torera el deber cumplido de la norma legal e ilegítimamente caiga en desobediencia contra la norma que declara incompatible la presencia en las listas electorales al Parlamento Andaluz a los alcaldes, por lo que no queda claro si las Comunidades donde gobierne el PP van a estar sometidas a esta nueva norma de Techo de Gastos y consecuencias penales.
El argumento justificativo de la norma que prenden, se sustenta en un peligroso discurso populista fácilmente, en estos momentos , asumible por la ciudadanía “las administraciones, igual que las familias no pueden gastar más de lo que ingresan, ello sería una ruina”.
Una afirmación falsa, ufana y que cae por su propio peso y realidad porque, si fuera así qué familia española con los exclusivos ingresos de su trabajo podría tener una vivienda en propiedad, cambiar de coche cada cinto o seis años, hacer vacaciones o, tener hasta una segunda residencia? La respuesta está muy clara, solo las familias de una élite forjada con el sacrificio de los trabajadores y trabajadoras.
La falsedad del discurso está en el propio discurso, no es verdad que no se pueda gastar más de lo que se percibe de ingresos, la verdad está en que se puede uno endeudar hasta donde lo permita la solvencia de la que disponga, no los ingresos disponibles. Es la solvencia de las familias la que ha posibilitado la adquisición de créditos hipotecarios, comprar a plazos, etc, más allá del dinero del que dispongan. La solvencia la da el empleo, sostenible y sostenido en el tiempo.
Por ello, cuando Arenas en Andalucía y el Gobierno de España hablan del techo del gasto para las Comunidades Autónomas y las familias, trasladan un mensaje cargado de incertidumbre, preocupación e incapacidad para resolver el problema de solvencia de las familias y las administraciones. Hablan de no crear empleo, no generar confianza ni solvencia económica para poder consumir e invertir y por tanto, hablan de la estrategia de empobrecimiento de la ciudadanía.
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