miércoles, 13 de junio de 2012

Resistencia y reacción como obligación responsable.




… bien podría ser una continuación de mi artículo “la solución está en Europa”, al mismo tiempo que la justificación del papel que los sindicatos de clase jugamos en esta coyuntura económica, a diferencia de los sindicatos corporativos.

Ante la situación financiera, económica, política, social en general y ante la estrategia reformista en particular del gobierno del PP que está produciendo un profundo cambio ideológico en el modelo socioeconómico de España, los sindicatos de clase debemos utilizar todos los medios democráticos a nuestro alcance para atacar de frente las políticas de recortes que están produciendo recesión económica y para que el gobierno escuche el clamor de las clases trabajadoras y de la ciudadanía en general.

Las actuales Gobernanzas económicas y del euro en la UE imponen unas políticas nefastas para la salida de la crisis de países como Grecia, Irlanda, Portugal, Italia o la propia España intervenida de derecho por mucho que se pretenda enmascarar llamándola “línea de crédito para los bancos” …, por lo que la presión sindical y la reacción social deben obligar al gobierno a incluir en sus estrategias, referencias claras al crecimiento y al empleo, a la cohesión, al fortalecimiento del diálogo y la interlocución social, porque sin diálogo no hay democracia y no hay progreso. Sin embargo, a pesar de los tres largos años de lucha sindical y ciudadana nada de estos propósitos se han logrado, por lo que está sobradamente justificado un avance en la ofensiva contra los recortes en derechos antes de que sean irreversible.

El compromiso sindical de la UGT es firme con un modelo social dinámico, justo, plural, igualitario, dialogante y democrático; donde el empleo digno, el crecimiento sostenible, la igualdad de oportunidades y los derechos fundamentales son el núcleo central de toda nuestra acción sindical. Por tanto, para los valores que representa la UGT es incuestionable la protección de las minorías, el estado del bienestar, la lucha por un mundo mejor y más justo, por una Europa social con normas comunes que eviten la degradación de la dignidad laboral y social y la promoción de la solidaridad. Por ello, no cesaremos en el empeño de que el gobierno del PP en España asuma la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, tan cuestionada con las reformas emprendidas.

Los cambios impulsados por el Gobierno del PP son de tal calado que no pasan desapercibidos absolutamente a nadie. No hay ciudadano/a que no se sienta agredido/a y agraviado/a con las reformas en marcha. No hay ciudadano/a alguna en España que tenga garantizado poder desarrollar su proyecto de vida, o simplemente que sea más feliz que en fechas pasadas no muy lejanas, situación propicia para promover un gran Frente Social de rechazo a las políticas de un gobierno insensible con los derechos de ciudadanía. En Huelva así lo hemos entendido y hemos conformado un Frente Social compuesto por una veintena de organizaciones y colectivos sociales en torno a un MANIFIESTO SOCIAL DE PROGRESO firmado en fechas recientes, quienes junto con CCOO y  la UGT han convocado una manifestación para el próximo día 20 de junio bajo el lema “¡NO TE CALLES! DEFIENDE TUS DERCHOS. El sindicalismo de clase con estas acciones demuestra la capacidad para afrontar los problemas y dificultades de las clases trabajadoras y de ciudadanía en general.

Trabajamos y trabajaremos para erradicar la estrategia de la austeridad como única acción de gobierno y para que se produzcan cambios en la gobernanza económica actual porque de no ser así, agravará la recesión económica persistente, el crecimiento y el empleo y con ello se daña el futuro de la sociedad española. Al apostar solo por la austeridad  sin tener en cuenta la cohesión social o la recuperación del crecimiento, la UE seguirá convertida en el principal obstáculo para el progreso social y económico, por lo que debemos por todos los medios democráticos promover alianzas y Pactos Globales en los Estados miembros para que se produzca un profundo cambio en la orientación de estas políticas.

En este sentido, la Francia de Hollande  junto a las expectativas creadas por la socialdemocracia alemana abren un hueco de esperanza y de revulsivo para encaminar a la vieja Europa hacia la senda de la cordura política y del interés general  de la Unión, no del predominio y de la hegemonía interpretada de la Alemania de Merkel.

La UGT ha mantenido desde siempre la idea de que la austeridad entendida solo como ajuste del déficit no es una buena estrategia para el crecimiento, pero que además en situación de recesión económica como la que vivimos en España, empeora aún más la propia recesión. Esta fue una lección bien aprendida en las crisis financieras de los años treinta, que después de un largo periodo de austeridad y de recesión económica, se cambió el rumbo de la política hacia el crecimiento, la inversión pública, el estímulo al consumo y más Estado para proteger a los más vulnerables y para ser dueños del destino propio. Con este cambio de rumbo se salió de la crisis fortalecido. Parece y es inquietante, que los gobiernos europeos y muy especialmente el del PP en España prefieran olvidar la lección de la historia y se muestren más interesados en establecer sanciones a los países y administraciones con problemas, que en prestarles ayuda a través de una auténtica gobernanza económica y social. Mientras tanto, se produce una enorme desigualdad entre quienes pierden su empleo y su solvencia económica en relación a quienes más tienen y a los ejecutivos de los bancos, hasta los ya jubilados, que vuelven a sus negocios y a sus primas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario