Tras el 11 Congreso
Provincial, la CEP se constituye con ocho secretarías en tres áreas de trabajo.
Un esquema que ha posibilitado un trabajo en equipo y de carácter colegiado.
Generando un grupo humano cohesionado y con capacidad de desarrollar su trabajo
sindical frente a la complejidad de los problemas planteados por la crisis
económica y la socioeconómica de Huelva.
En estos cuatro años se han
tenido que hacer frente a una incesante labor institucional, a la gestión
técnica y económica de los diversos programas y servicios dirigidos a las/os
trabajadores, a la intermediación, seguimiento y evaluación de centenares de
expedientes administrativos de otros/as tantos usuarios/as. A la emisión de
informes, análisis y dictámenes de todo tipo. La coordinación de los planes
afiliativos, electorales y de la comunicación del sindicato. Etc.
La CEP, en mi opinión, ha liderado la acción sindical y social en
cuantos frentes han sido necesarios, con solvencia y eficacia. Y ha hecho de la
solidaridad, la defensa de los derechos laborales y sociales de las clases
trabajadoras, de la justicia social, de los derechos constituciones y
estatutarios su bandera de lucha, para
salir de la crisis con dignidad.
Frente al involucionismo de la
derecha, hemos desplegado un intenso trabajo previo a las elecciones
autonómicas para que las trabajadoras/es onubenses rechazarán al PP como
alternativa de gobierno en Andalucía, lo que hasta ahora está dando como
resultado aunque mejorable, el desarrollo de una política económica y social
alejada de las tesis neoliberales que desmantela el estado de bienestar.
Desde la CEP se ha intentado
facilitar el trabajo sindical al conjunto de la organización, aportando
disponibilidad, iniciativas, facilitando interlocución institucional,
afrontando los conflictos y dificultades de los trabajadores con quienes nos lo
han requerido y propiciando al conjunto del sindicato, en la medida de nuestras
posibilidades los recursos disponibles.
La crisis económica ha
provocado también un fuerte impacto en la economía del Sindicato, que ha
obligado a elaborar un plan de ajuste presupuestario para ajustar los gastos a
la estructura de los ingresos, que no son otros que los procedentes de cuotas
por afiliación. Para la CEP ésta ha sido una situación dura, grave y
traumática, en tanto que ha afectado al empleo de compañeras y compañeros.
Hace cuatro años que concluyó
el 11º Congreso Provincial. Cuatro años caracterizados por el drama que la
destrucción de empleo ha supuesto para miles de onubenses, no sólo como
consecuencia de la Crisis. También como consecuencia de la legislación laboral,
especialmente “la reforma laboral
impuesta por el gobierno del PP” que despide masivamente a las/os
trabajadores/as aunque las empresas no estén en pérdidas. Por la intensidad de los acontecimientos, y
por el papel intenso y yo diría destacado, que la UGT ha tenido que desempeñar
en la gestión de la conflictividad laboral
y en la movilización.
En estos cuatro años, la
situación económica onubense ha sido de decrecimiento permanente y de
destrucción de empleo. Aún hoy, la economía sigue contrayéndose y la
destrucción de empleo, salvo en momentos puntuales, es cada vez más
insostenible.
Pero no solo hemos tenido que
afrontar y pelear contra la realidad económica y sociolaboral, sino que en poco
más de un año hemos tenido que afrontar una arquitectura reformista que afecta
directamente a los derechos esenciales de la ciudadanía como son la educación,
la sanidad, la tutela jurídica efectiva, la libertad de opinión y/o manifestación.
En definitiva, que afectan directamente al propio sistema democrático.
Nos ha tocado y nos va a
tocar, seguir viviendo unos momentos en los que el principal trabajo del
Sindicato será impedir que se destruyan los derechos construidos. Y en unas
condiciones, que sin ningún género de dudas son las más difíciles de la
historia reciente para el movimiento sindical.
Nunca en Huelva nos habíamos
visto obligados a celebrar más de cuarenta Consejos Provinciales para preparar
las estrategias de defensa y a responder con tres huelgas generales y
centenares de movilizaciones en poco más de dos años, a las decisiones de los
diferentes gobiernos. La predisposición permanente al diálogo y al consenso
como herramientas para contribuir a la superación de los problemas no ha
servido ni para el Gobierno actual, ni para las patronales.
El centro de nuestra acción ha
perseguido frenar la destrucción de empleo, de derechos laborales y sociales y
del espacio de libertad y democracia que entre todas y todos hemos sido capaces
de conquistar, empleando con la mayor
eficiencia posible los recursos de los que hemos dispuesto para hacer frente al
mayor ataque a los derechos de ciudadanía y de las clases trabajadoras, desde
que tenemos democracia.
En estos años junto a CC OO,
hemos sido capaces de canalizar las sinergias de amplios sectores sociales, que
bien han considerado las alternativas sindicales justas y plenamente válidas, o
bien, hemos sido capaces de orientar sus preocupaciones e indignaciones. Con
ellos hemos compartido la movilización para no “rendirse al mercado”, y que en
Huelva lo hemos hecho como: “Plataforma por el Progreso Social” primero, y como
“Cumbre Social” actualmente.
Las medidas urgentes puestas
en marcha por las autoridades europeas, nacionales y autonómicas no han servido
para la recuperación económica y del empleo destruido, todo lo contrario.
Quedando claro que nos enfrentamos no solo a una crisis económica, sino a todo
un cambio del modelo social que habíamos construido.
En este escenario, sólo la
clara vocación de defensa de la dignidad del trabajo y de los derechos
laborales mostrado por las diferentes organizaciones y sindicatos provinciales
de la UGT, han posibilitado dar una contundente respuesta a la brutal ofensiva
de la derecha capitalista.
La ofensiva capitalista global
y las patronales empresariales están sometiendo a miles de trabajadores/as y
familias onubenses a situaciones de hambre, miseria y humillación. Son ya casi
65.000 las personas inscritas en paro. 34,000 los hogares con todos sus
miembros en paro. 37 de cada 100 trabajadores/as onubenses en paro carecen de
cobertura por desempleo. 2.400 familias han tenido que abandonar sus hogares
como consecuencia de un expediente de desahucio. …. Lo que sumado a la pérdida
de más de 50.100 empleos, al crecimiento de la carestía de la vida del 10,98% y
a la contratación precaria del 98,7 % de las trabajadoras y trabajadores
onubenses, hacen de Huelva una de las provincias de España de mayor pobreza.
Esta realidad socioeconómica
ha ido acompañada de la destrucción de derechos sociales, laborales y de
ciudadanía que han generado una espiral de injusticia social, de falta de
libertad y de democracia y de desigualdad; convirtiendo a la movilización en la
mejor ofensiva de las trabajadoras/es contra las decisiones políticas que se
han sometido a los intereses económicos-financieros de instituciones de dudosa
moralidad y menor catadura democrática.
El neoliberalismo imperante y
especialmente la derecha en el gobierno que no concibe, no asume y no respeta
el derecho de los/as trabajadores para organizarse en sindicatos y así defender
sus intereses socioeconómicos, no solo ha hecho lo indecible por ignorar,
dificultar y debilitar a los sindicatos de clase propiciando una ofensiva
antisindical que limite su capacidad de actuación, sino que pretende destruir
los pilares de la convivencia social destruyendo las estructuras de
participación democrática de la ciudadanía y el tejido de Servicios Públicos
construidos, que es su auténtico objetivo, y los sindicatos les estorbamos. Es
por ello, su afán de desacreditarnos.
Y hemos sabido responder con
contundencia en la calle, en las instituciones y ante los medios de
comunicación, sabiendo buscar alianzas estratégicas con las organizaciones
sociales y políticas progresistas para el desarrollo de una unidad de acción
frente a la ofensiva neoliberal, porque este sindicato, muy a pesar de la
derecha y me atrevería a decir, a pesar de nuestros propios errores, tiene un enorme potencial y un gran futuro porque
tiene un enorme capital. ¿Os imagináis el impacto social si los casi 17.000
afiliados/as y los 1.500 delegados/as hicieran una campaña informativa y de
divulgación de nuestras propuestas y mensajes boca a boca, puerta a puerta o, a
través de las redes sociales?. ¿Os lo imagináis? ¿Os imagináis ese potencial en
manos de una empresa privada?
¿Os imagináis si cada uno de
los 17.000 afiliados/as hicieran un/a afiliado/a neto al año, lo preocupados
que estarían nuestros adversarios? ¿Quién podría con el Sindicato? ¿Por qué no
lo hacemos posible entonces?
Rescatar la militancia
comprometida avanzando en participación democrática para continuar
fortaleciéndonos debe ser uno de nuestros objetivos esenciales para el futuro,
porque es el mejor instrumento de defensa del Sindicato y porque, cuando la
militancia merma es cuando merman los derechos.
En la práctica, el
empresariado tiene la negociación colectiva en Huelva paralizada provocando el
riesgo de generalizar la desprotección de miles de trabajadores/as, produciendo
una caída de los salarios y la devaluación y pérdida de derechos y del resto de
condiciones de trabajo.
En definitiva, todas las
estructuras de la derecha han desatado una guerra antisindical que fragmenta la
capacidad de reacción de los/as trabajadores y de la sociedad para movilizarse,
porque son conscientes de que en la actualidad sólo las organizaciones
sindicales de clase podemos frenar con el apoyo de los trabajadores y
trabajadoras y la ciudadanía su ofensiva de reformas involucionistas al
servicio de sus intereses particulares.
Convencidos de que solos la
batalla no la vamos a ganar los sindicatos, nuestro propósito ha sido construir
alianzas con la sociedad. Y hemos entendido, que es preciso trabajar y
compartir objetivos comunes con otras organizaciones porque, solo aquellas
organizaciones que trabajen juntas por un objetivo común vencerán. Por ello
hemos abierto el Sindicato a la sociedad a pesar de la certeza de que una de
las características de la sociedad actual, es el individualismo y el escaso
valor que se le atribuye a la acción colectiva. Y es ahí donde juega un
destacado papel la unidad de acción sindical con CCOO, potenciada y muy
desarrollada en los últimos cuatro años y la estructura de Cumbre Social que
hemos constituido en Huelva. Pero todo este trabajo sería insuficiente si no se
continúa con la apertura interna del conjunto para que la sociedad se abra al
Sindicato y para ello, hay que hacer un esfuerzo comunicativo y un ejercicio de
transparencia para seguir generando y consolidando la confianza obtenida.
Y si, se puede. “Sí se pueden” alcanzar objetivos
cuando son compartidos y defendidos de forma colectiva, no solo en el ámbito
laboral como lo corroboran las exitosas huelgas generales del 29S, 29 M y 14 N
que han conseguido aglutinar en las calles la mayor cohesión social hecha
añicos por el gobierno del PP, sino que, la unidad ante el avance de la derecha
en España fue mayoritariamente contestada por el pueblo onubense propiciando
una clara victoria electoral de los partidos de la izquierda en las pasadas
elecciones del 25M en Andalucía, tal como he mencionado anteriormente.
La ofensiva antisindical y
antisocial de la derecha han hecho de este período, el de mayor conflictividad
social de la últimas dos décadas. Desde la UGT Huelva hemos liderado las
constantes movilizaciones, especialmente las tres huelgas generales convocadas
por nuestra organización durante este periodo. Y a pesar de las dificultades,
nunca hemos abandonado la vocación de dialogar, negociar y concertar en la
medida de nuestras posibilidades: hemos pedido políticas de crecimiento
económico y de protección de las personas desempleadas. Hemos compartido con
Administraciones y patronales las alternativas sindicales para que el eje
central de las políticas fueran la protección del empleo existente y la
creación de nuevos empleos.
Fuimos capaces de construir un
amplio consenso en el diseño de una Nueva Estrategia Industrial para Huelva en
la que aportamos la inmensa mayoría de las iniciativas y medidas contenidas en
ella, y en la actualidad está en funcionamiento la Oficina Técnica y
concluyendo la construcción del marco presupuestario 2009/2013 en el PCTH.
Iniciativa está llamada a ser
el eje transformador del modelo productivo onubense, donde la innovación, la
ciencia, la tecnología y el conocimiento incorporará a la juventud al mundo del
trabajo en un modelo productivo de empleo sostenible, con derechos y con
garantías de protección social.
Hemos insistido sobre la
necesidad de que Huelva cuente durante este prolongado periodo de crisis, con
Planes específicos de empleabilidad. Planteamos a las Administraciones Públicas
que los Planes 7.000, 5.000 (PLAN E) y PREPARA tuvieran una orientación
preferente hacia la infraestructura productiva que es la que genera valor
añadido y empleabilidad futura. Hemos propuesto un Plan de Choque solidario
entre las Administraciones, las Organizaciones Empresariales y el Puerto de
Huelva que pudiera dar respuesta por una parte, a la generación de empleo y por
otra, a los problemas de liquidez de las PYMES para desarrollar su actividad
económica. Esta propuesta precisa de un alto nivel de compromiso social por
parte de las organizaciones empresariales ya que pretendía destinar una parte
(%) de los beneficios para un fondo solidario que permitiera hacer frente a los
costes sociales de las empresas que contrataran a parados/as de larga duración,
al mismo tiempo que pudiera otorgar microcréditos a interés reducido para que
las PYMES puedan hacer frente a su actividad empresarial.
Lamentablemente una vez más el
tejido empresarial onubense muestra un alto grado de insensibilidad ante los
dos principales problemas de nuestra economía, la falta de financiación y la
masiva destrucción de empleo que genera la reforma laboral y la propia
estrategia empresarial.
Hemos defendido el interés
general de Huelva por encima de todo, porque es defender el interés de las
trabajadoras y trabajadores y los intereses colectivos como sociedad. En este
sentido, nos hemos posicionado muy
claramente cuando desde Europa se ha agredido los intereses económicos de
Huelva en la llamada “crisis del
pepino” o en las múltiples emisiones de reportajes y noticiarios europeos
en contra de la imagen de la provincia, para ello, junto al resto de Agentes
Sociales promovimos con la Diputación de Huelva el “Pacto por Huelva”.
Hemos sido capaces de suscitar
el interés colectivo de la sociedad onubense en acuerdos como: “Solicitar a la UNESCO la declaración de los
lugares colombinos como Patrimonio de la Humanidad”. “Firmar junto con el
resto de Agentes Sociales el Pacto
Provincial para las Infraestructuras” y
“el Manifiesto por la incorporación del Puerto de Huelva al corredor
ferroviario europeo” que consiguen poner en valor el acuerdo y dejar de
lado los matices que nos diferencian como organizaciones
Nos hemos presentado ante la
sociedad onubense como un baluarte en defensa de la justicia, del empleo, del
bienestar. Un baluarte para la resistencia, una fortaleza, una trinchera que la
caverna fáctica no va a poder ocupar, ni superar. Y eso lo deben saber las/os y trabajadores y el conjunto de la
sociedad. Igual que deben saber los trabajadores/as y la sociedad en su
conjunto, y especialmente aquellas personas que no están afiliadas, que sus
convenios, sus derechos laborales, sus pensiones, etc, se consiguen y defienden
por los sindicatos y que los sindicatos se mantienen con las cuotas de sus
afiliados. Tienen que saberlo y tenemos que contárselo. Porque no se nos regala
nada.
La cultura del diálogo y del
consenso han impregnado siempre el antes y el después de los conflictos
políticos, sociales y laborales. Esa ha sido la seña de identidad de nuestro
modelo social hasta que el Gobierno del PP la quebró imponiendo una reforma
laboral que desmonta una parte sustancial del sistema jurídico a pesar del acuerdo alcanzado entre los Agentes Sociales
(II AENC), y que representa el intento más serio de destrucción del derecho
laboral, y convierte el diálogo social en un obstáculo a batir para dejar libre
el camino para los que reclaman sacrifico y dureza a la par que incrementan la
tasa de beneficios a expensas de los derechos de los trabajadores. La reforma
laboral del Partido Popular contiene medidas tan graves y lesivas para los/as
trabajadores, que para el Sindicato lograr su derogación debe seguir siendo un
objetivo en nuestra actividad.
Actualmente hay planteado un
debate social sobre la crisis del modelo democrático; debate que surge a partir
de la crisis económica, ante la falta de respuesta y corrupción política, y ante la prostitución de algunas
instituciones que pone en riesgo el sistema de libertades generado tras la
dictadura.
Para la UGT, la libertad es el
baluarte sobre el que pivota la garantía del sistema democrático y para miles
de trabajadores/as en paro, en situación de subempleo, la libertad es
prácticamente un anhelo, que hemos de seguir defendiendo porque sin libertad no
hay derechos y sin derechos no hay justicia.
La debilidad de los sindicatos
no solo viene producida por la coyuntura de crisis y sus consecuencias, sino
también, por la profunda transformación que se ha producido en el tejido
productivo, y que no ha sido acompañada por la necesaria adecuación de nuestro
modelo organizativo más diseñado para un tejido productivo de grandes secciones
sindicales, prácticamente inexistentes, que para la dispersión del actual
tejido de microempresas. Esto imposibilita, la capacidad de acción del
sindicato ante la dificultad de poder llegar al conjunto de las trabajadoras y
los trabajadores.
En mi opinión, se impone la
necesidad de evaluar la situación real del sindicato en cada ámbito, analizar
sus debilidades y potencialidades y adecuar y fortalecer su estructura
organizativa sectorial y sus recursos para generar una mayor capacidad de
acción y de presencia en del mundo del trabajo. De igual manera se impone la
necesidad de revisar el papel institucional que debe desempeñar el Sindicato
para que no confunda a los/as trabajadores/as y al conjunto de la sociedad, así
como los sistemas de participación democrática
de los/as afiliados/as para que satisfagan plenamente el sentimiento de
sentirse partícipes en la toma de decisiones.
La participación, la
comunicación, el fortalecimiento de la estructura sectorial y la transparencia
de la acción sindical, en el sentido más amplio del término, incluida toda
información necesaria sobre la gestión económica, deben formar parte de la
adecuación del nuevo modelo de trabajo.
Establecer estrategias
afiliativas debe convertirse en un fundamento para la UGT, porque sin ella no
hay sindicato. En la actualidad, el Sindicato se ha visto obligado a iniciar un
proceso por el cual, sólo se financiará por la cuota de sus afiliados/as. La
estructura permanente del sindicato en Huelva, así como los servicios que
preste a sus afiliados/as, deberán dimensionarse a la realidad económica que
permitan las fuentes de financiación: las cuotas de éstos y las tarifas de los
servicios prestados.
Las elecciones sindicales,
los/as delegados/as elegidos/as en la mismas es lo que posibilita nuestro
carácter de sindicato más representativo y por tanto, lo que permite que
podamos actuar en cualquier frente en defensa de trabajadores y trabajadoras,
es por ello, que tenemos que replantearnos, cómo abordar de la manera más
eficaz y eficiente las elecciones sindicales ante el rechazo por parte de las
empresas de la representación sindical de clase en su interior.
El Comité Electoral de forma
colectiva, debe diseñar un plan electoral que nos permita mantenernos como
primera fuerza sindical de Huelva, a pesar de las adversidades. Es urgente por
tanto, encontrar nuevas fórmulas, que desde un esfuerzo coordinado del conjunto
del sindicato, nos permitan seguir revalidando nuestra posición en cuanto a la
representación.
Somos la primera fuerza
sindical de Huelva por decisión democrática de los trabajadores y trabajadoras,
lo que nos propicia una gran capacidad de incidencia ante la sociedad en sus
diferentes ámbitos.
Somos una organización joven
con el mayor número de afiliados/as menores de 35 años, quienes deben verse
reflejados en todas las estructuras de dirección y/o decisión de la UGT Huelva.
En la actualidad, el sindicato
en Huelva está preparado y cuenta con los soportes necesarios para poder seguir
prestando a los trabajadores y trabajadoras los servicios que éstos demanden en
defensa de sus intereses y necesidades. En este sentido, hemos culminado el
centro de formación “Félix Lunar”, la incorporación definitiva de todos los
organismos y sindicatos provinciales a la FSLA y otros servicios para el
conjunto de trabajadoras y trabajadores.
Creo que debemos insistir, en
que el sindicato debe abordar un cambio de estrategia que mejore su acción y su
capacidad organizativa consolidando secciones sindicales básicas en las
microempresas. Coordinando una acción sindical unitaria en grandes empresas
donde operan diferentes secciones sindicales. Estableciendo redes para la
información y la comunicación con la afiliación las/os trabajadores y la
sociedad en general.