Hace unos día realizaba en el facebook un par de comentarios sobre de Cospedal y su gobernanza anunciada y ejecutada. Comentaba entonces:
22/06/11.- De Cospedal ya gobierna. Ya conocemos parte del programa del PP. De Cospedal, nº 2 del PP, ya gobierna y no quiere que se le ponga la cara colorada, suprime de la Comunidad aquellos servicios vinculados a la participación ciudadana: Defensor del Pueblo. Consejo Económico y social. Comisión de la Competencia. Alega que ya existen en el Estado y que funcionan bien. También existe el Gobierno del Estado. ¿Hay que suprimir las Comunidades Autónomas?
23/06/11.- Toma de posesión de de Cospedal. 1.000 invitados. Su jefe (Rajoy) dice que la política de de Cospedal es el anticipo de las políticas del PP. ¡qué miedo!
Perdón por la estructura gramatical de las dos citas, pero quiero ser fiel a cómo se puede leer en facebook.
Ante estos dos hechos contrastados pueden hacerse varios comentarios, como se hicieron, pero hoy quiero especialmente destacar lo que no se ha comentado; “qué significa la ciudadanía y la sociedad en su conjunto para de Cospedal y el PP”.
Me explico. No me parece lógico que la segunda persona con más peso político en el partido llamado a gobernar España próximamente, tenga como argumentos los utilizados. Me parece una falta de respeto que de Cospedal, en el propio acto de investidura, reconozca el fraude del programa electoral. Dice no poder cumplir las rebajas fiscales que prometió, con independencia de estar de acuerdo con ellas o no: reducción de la tasa autonómica del IRPF, de las tasas de transacciones patrimoniales y del impuesto de sucesión; igualmente me parece de poca catadura moral, que la persona que preside el Gobierno de la una de las mayores comunidades autónomas de España, acuse al anterior Gobierno de haber disfrazado la deuda de la Comunidad y días después, acusarlos de estar destruyendo documentación comprometida. Todo ello, sin presentar prueba alguna.
Pero igualmente deleznable, me parece la impunidad de quienes acusan y descalifican a sus adversarios políticos por el simple hecho de hacer daño a la dignidad de las personas y de los partidos. En mi opinión, es preciso iniciar un proceso de dignificación de la acción política, que bien podría comenzar por perseguir penalmente a quienes hacen acusaciones infundadas si, no presentan las pruebas que las avalen en el mismo momento de proferirlas, o, impedir la presencia en listas electorales de personas conniventes con la corrupción o imputadas, para que no se produzca, entre otras cosas, la declaración de bienes de escasamente 3.000 €, por parte del Presidente Francisco Camps; dicho sea de paso, modelo de presidente para Rajoy. No puede permitirse el País que la política sea el segundo motivo de preocupación tras el paro. Perdemos todos y todas.
Son estas cuestiones las que producen los tres anuncios del líder del PP:
1º.- El perfil de presidente, el de Camps, presunto delincuente.
2º.- La acción de gobierno, sin controles populares, ni normas, ni reglas.
3º.- Programa de gobierno, para qué. El interés es socavar votos al adversario, no cumplir las ofertas electorales.
Me preocupa sobremanera, no ser capaz de interpretar el respaldo masivo de la ciudadanía hacia personas, que son conniventes con la corrupción y/o imputadas y que mienten abiertamente al no cumplir las promesas electorales. Solo se me ocurre, que la explicación pueda estar en el adoctrinamiento o idiotalización de un pueblo inteligente por parte de los medios de comunicación, no en balde, el 90% de los mismos están controlados por el pensamiento ideológico neoliberal de ultraderecha.
Temeroso de esta reflexión, me viene al pensamiento las cientos de horas de telebasura, de programaciones para el entretenimiento del egoísmo interesado que individualiza la cultura social; la prensa escrita, radiofónica y audiovisual que no hacen información, sino que generan estados de opinión social hurgando en las conciencias individuales, etc. Y me manifiesto temeroso, por la inexistencia de Comisiones Audiovisuales de ética que impidan, no solo el adoctrinamiento de las televisiones públicas de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, sino también, la idiotalización a las que las televisiones privadas tienen sometidas a la ciudadanía; máxime en tiempos en que hay un interés desmedido del PP por anunciar déficits públicos, reales o no, en todas aquellas administraciones a las que han llegado al poder después del 22 M y ante esta realidad, temo que los medios de comunicación de masas sean capaces de justificar despidos masivos de trabajadores/as públicos/as y exagerados recortes sociales imputándolos a los compromisos impuestos por la UE de reducción del déficit público, teniendo en cuenta que las partidas presupuestarias mayores de cualquier presupuesto son las de personal, inversiones y políticas sociales.
El oscuro horizonte que planean las gaviotas sobre sus presas, no es nada halagüeño. ¡ojo!
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