El capitalismo feroz al que nos tienen sometidos no es otra cosa que la defensa desesperada de un modelo económico fracasado y herido de muerte. Pero antes, tienen que morir muchos obreros/as y ciudadanos/as. En ese propósito se está con el proyecto de refundación de Europa que pretenden Merkel y Sarkosy.
Por qué? Que han hecho la ciudadanía y la clase trabajadora para merecer esto?
Es intolerable que millones de hombres y mujeres en Europa, el continente más desarrollado del planeta en términos sociales y democráticos, tengan que perderlo todo: hogar, trabajo, salario, salud, felicidad ..., mientras como consecuencia al hurto glotal al que nos someten los actuales Poderes Públicos, éstos entregan a la banca privada europea 1,5 billones de € para sanear sus cuentas y así puedan estimular la economía real facilitando crédito a la actividad productiva y a las familias.
La respuesta de la banca ha sido clara, contundente, previsible y hasta ahora impune: “reparto de suculentos dividendos entre sus accionistas y altos cargos. Fusiones de capitalización para ser más competitivos y garantizar beneficios. Reestructuraciones y destrucción del 30% del empleo y disminución del 50% del crédito”.
Ante esta realidad, el Comisario Europeo de la Competencia, el español Joaquín Almunia no se ruboriza al declara: “entiendo que a la ciudadanía europea le cueste comprender y compartir que se le haya inyectado a la banca tan suculenta cantidad de dinero, pero debe entender la ciudadanía que es la única posibilidad para que fluya el crédito y con ello la economía. Y además, posiblemente haya que seguir inyectando más dinero a la banca”. ¡Increíbles declaraciones!, máxime viniendo de quien viene.
Más vale que el proyecto de refundación europea no solo contemple la globalización de la economía, sino también la globalización social de Europa, por el bien de una Europa Social y de Derechos.
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